Si hablamos de estrés, es importante saber que el estrés puede ayudarnos en determinadas situaciones de nuestra vida, pero cuando se cronifica o intensifica es perjudicial tanto para nuestra salud mental como física. Y ahí viene la segunda cuestión, cómo gestionar ese estrés que aparece y que si se nos va de las manos, nos perjudica.
Así que comencemos por estos dos importantes puntos, la carga mental y el estrés.
Cosas importantes que debes saber sobre la carga mental y el estrés.
Cuanta más carga mental tenemos más fácil es que sintamos estrés y viceversa, ambas cosas están interrelacionadas.
Para que lo entiendas mejor, la carga mental no es ni más ni menos que el trabajo que hace tu mente para realizar un montón de tareas, como el hecho de pensarlas, organizarlas y gestionarlas. Ese runrún constante y martilleante en tu cabeza, esas obligaciones, preocupaciones, cosas pendientes, y el sentimiento constante de no llegar a todo. Añadiendo lo que ella hace por libre como anticipar situaciones, imaginar escenarios o ir hacia adelante o hacia atrás en el tiempo.
Por eso mismo, te decía anteriormente, que lo que más buscan mis pacientes o alumnos es saber cómo parar su mente de este runrún que te acabo de mencionar.
Si hacemos la suma de los deberes tanto laborales como personales junto con la intranquilidad mental tenemos como resultado una buena dosis de estrés pendiente para gestionar.
Afortunadamente la carga mental se puede reducir con entrenamiento y producir una reducción de nuestro nivel de estrés. Pero ¿cómo se logra?
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Primer paso; reconocer qué algo está pasando
Escucharnos, tomar conciencia, es el primer paso del camino.
Normalmente hay una serie de “alertas” físicas o psicológicas que nos están indicando constantemente que algo está pasando. Voy a nombrarte tan sólo las más comunes.
Síntomas físicos como:
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- Dolor de cabeza.
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- Tensión o dolor muscular.
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- Fatiga.
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- Malestar estomacal.
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- Dolor en el pecho.
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- Insomnio.
O psicológicos como:
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- Ansiedad e inquietud.
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- Falta de motivación.
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- Sentirse abrumado y sobrecargado.
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- Irritabilidad.
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- Tristeza o depresión.
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- Además, un estado de estrés no resuelto también puede llevar a comer en exceso, tener arrebatos de ira, practicar menos ejercicio, aislarse socialmente, etc.
Pero una vez que reconoces y eres consciente que algo ocurre, lo más acertado es hacerte responsable de poner remedio a ello antes de que la cosa vaya a más o a peores.
3 consejos contra el estrés y la sobrecarga mental
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- Únete al Mindfulness
La práctica formal de Mindfulness te ayudará en ese entrenamiento desarrollando ciertas capacidades que te permitan reducir el nivel de estrés, pero no sólo eso, sino que te aportará otros beneficios asociados.
Parar y desconectar es necesario. Realizar ejercicios de meditación nos ayuda a mejorar nuestra capacidad de control mental y a gestionar nuestras emociones
Con la práctica, el número de pensamientos se va reduciendo y empezamos a relacionarnos con nuestra mente desde otro lugar mucho más saludable y que en primera instancia nos hará sentir más relajados.
Estas prácticas son sencillas, lo que resulta más complicado es la constancia y disciplina, indispensable para que se produzcan los cambios. Hay que tener paciencia y perseverancia para obtener resultados, pero sin duda estos merecen la pena.
Manejar nuestros niveles de estrés va a tener importantes repercusiones en nuestra salud y en nuestra calidad de vida.
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- Duerme entre 7 y 8 horas,
El descanso es fundamental para nuestra mente y reponer energía va a influir positivamente tanto en tu salud física como mental.
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- La multitarea no es una buena elección.
Como te hablaba al principio, los tiempos, los impactos y las formas de cómo hacemos todo, vivimos y nos relacionamos han cambiado, pero nuestra mente no es capaz de enfocarse en más de una tarea, lo que sucede realmente es que la atención salta de una tarea a otra lo que hace que perdamos eficiencia y nuestra mente se cargue más de lo necesario.
Mi recomendación final
Además de estos 3 consejos que puedes tener en cuenta para tu día a día, debes saber que la práctica de mindfulness o para casos de mayor envergadura, el acompañamiento psicológico también puede ayudarte en el proceso de aprender cómo gestionar el estrés.
No dudes en hacerlo si crees que lo necesitas.
En ComPasión plena puedes encontrar el mejor entrenamiento para ti a través del mindfulness a través de mis talleres o cursos, o la mejor terapia personalizada adecuada a tu situación personal.
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