Estamos a mediados de mayo y comenzamos a sentir el cansancio de todo el año, las temperaturas aumentan y eso nos hace estar más abatidos.
En junio y julio hay que cerrar proyectos, entregar informes. Al contrario que en verano antes en que todo se ralentiza o para, esta época del año suele ser de las de mayor estrés, para que todo esté entregado, programado y preparado para los nuevos proyectos de septiembre.
Por todo ello es normal sentir cansancio y momentos de estrés en estas fechas. Sin embargo, debemos distinguir estos momentos de cansancio que pueden ser normales, con un estado de agotamiento laboral ya que puedes tener burnout y no lo sepas.
Hoy en gran parte, vamos a hablar del impacto del agotamiento laboral en profesionales.
¿Cansancio laboral o agotamiento laboral?
El cansancio laboral es temporal relacionado con momentos como los que hemos descrito, puede deberse a un día de trabajo intenso o, incluso, a un inadecuado descanso por la activación que nos provoca esa sobrecarga laboral. Este cansancio tiende a desaparecer o mejorar con el descanso adecuado y tiempo libre de desconexión.
Por otro lado, cuando estamos hablando de agotamiento laboral nos estamos refiriendo a un estado que es más permanente y profundo. Se va desarrollando con el tiempo debido a un estrés prolongado y mantenido.
El agotamiento laboral no se alivia fácilmente con el descanso y puede requerir intervenciones específicas, como cambios en el entorno laboral, terapia psicológica o prácticas de autocuidado como mindfulness y compasión.
¿Qué síntomas nos pueden alertar de que estamos sufriendo agotamiento profesional?
El agotamiento laboral afecta tanto a la dimensión emocional, como a la física y la mental.
Síntomas físicos como impacto del agotamiento:
- Un cansancio persistente que continúa incluso después de periodos de descanso.
- Dolores de cabeza o tensión muscular.
- Mala calidad o problemas de sueño.
- Problemas digestivos, gastrointestinales o de apetito.
Síntomas emocionales como impacto del agotamiento:
- Sentirte emocionalmente desconectado del trabajo, de los pacientes/clientes y de tus compañeros.
- Sentir que no estás cumpliendo debidamente con tus perspectivas profesionales.
- Cambios bruscos del estado de ánimo como pueden ser irritabilidad, tristeza, apatía o ansiedad.
- Pérdida de la motivación sobre tu trabajo.
Síntomas mentales o cognitivos como impacto del agotamiento:
- Sentir dificultades de concentración o de mantener la atención en tu trabajo.
- Tener olvidos frecuentes o dificultades para tomar decisiones y actuar.
- Tener pensamientos recurrentes sobre ineficacia, fracaso o incompetencia con respecto al trabajo.
- Notar que ha disminuido tu rendimiento, productividad o calidad del trabajo.
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Importancia de detectar los síntomas iniciales del agotamiento laboral
Cuanto antes detectemos el problema más fácil será atajarlo y trabajar en su solución. Al estar asociado al entorno laboral, tendemos a normalizar e infravalorar los síntomas. Podríamos decir que el burnout es como las hemorroides, “se sufre en silencio”. De ahí el riesgo de que en la mayoría de los casos no se aborde hasta etapas avanzadas.
Los síntomas o impacto del agotamiento en profesionales iniciales que pueden hacernos saltar las alarmas son:
- Fatiga persistente.
- Desmotivación.
- Irritabilidad.
- Falta de concentración.
- Problemas de sueño.
- Dolor de cabeza.
- Cambio en la actitud hacia el trabajo.
- Aislamiento social.
- Cambios en tus hábitos.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas e impacto del agotamiento en profesionales pueden ser sutiles al principio y pueden confundirse con el estrés laboral común. Sin embargo, si notas una combinación persistente de estos síntomas y afectan significativamente tu vida laboral y personal, es crucial abordarlos para prevenir una progresión hacia el burnout completo. Como en todo, la prevención es muy importante.
Consejos para detectar el agotamiento laboral en sus inicios:
- Tomate un tiempo de reflexión y valora como te sientes. Observa si tienes más estrés del habitual y si tanto tu motivación como tu satisfacción con respecto al trabajo han disminuido.
- Registra durante un tiempo como te sientes, tus síntomas físicos y mentales. Te puede ayudar a detectar cambios en ellos.
- Observa posibles cambios en tu comportamiento, como pueden ser irritabilidad, procrastinación o aumento de conductas poco saludables.
- Observa tus niveles de energía y si no se recuperan incluso tras periodos de descanso.
- Observa si estás perdiendo interés o motivación por tus proyectos o responsabilidades laborales.
- Estate atento a cualquier cambio de sintomatología física, dolores musculare, de cabeza, trastornos digestivos.
- Pregunta a amigos y familiares de confianza en cómo te perciben y si han notado cambios en ti.
- No subestimes los síntomas. Detectar el agotamiento laboral en sus primeras etapas
¿Cómo podemos prevenir o tratar el agotamiento profesional desde el Mindfulness y la Compasión?
El mindfulness ofrece una poderosa herramienta para el impacto del agotamiento en profesionales, la prevención y el tratamiento del burnout al fomentar una mayor conciencia y aceptación de los pensamientos, emociones y sensaciones presentes en el momento presente. Al practicar mindfulness, los profesionales pueden desarrollar habilidades para manejar el estrés de manera más efectiva, cultivar la resiliencia emocional y mejorar su capacidad para regular las reacciones automáticas ante situaciones estresantes.
La compasión desempeña un papel crucial en la prevención y el tratamiento del burnout al fomentar una conexión más profunda con uno mismo y con los demás, lo que promueve un entorno de trabajo más saludable y solidario. Al cultivar la compasión hacia uno mismo, los individuos pueden desarrollar una actitud más comprensiva y amable hacia sus propias luchas y limitaciones, reduciendo así la autocrítica y el perfeccionismo que contribuyen al estrés laboral.
Mi recomendación personal
Aprende a meditar, incluyéndolo como una rutina en tu vida. Aprovecha los descansos para socializar y disfrutar de la conexión con otras personas.
Aprovecha el buen tiempo y las horas de sol para salir a la naturaleza.
Los retiros de práctica te ayudarán en todo ello.
Si los síntomas persisten en el tiempo o se agravan consulta con un especialista.