¿Qué es la astenia primaveral y cómo puede afectarte?

Descubre cómo manejar la astenia primaveral: La “astenia primaveral” es un término coloquial que se utiliza para describir una sensación de fatiga, letargo o falta de energía que algunas personas experimentan con la llegada de la primavera.

Muchos estamos deseando que llegue la primavera, parece que revivimos, es como que todo vuelve a empezar, quizás por eso siempre es la primera estación que se nombra cuando las enumeramos o las aprendemos en el colegio, primavera, verano, otoño e invierno.

Los días son más largos y tenemos más horas de luz. El Sol nos da energía y nos anima, sin embargo, al comienzo de la llegada de esta maravillosa estación también es muy habitual que alguno de nosotros nos sintamos sin energía, aletargados, somnolientos y pueda descuadrarnos.

Algunas razones por las que podemos sentir astenia primaveral

El cambio de estación: El aumento de horas de luz, los cambios de temperatura pueden afectar nuestros ritmos circadianos y que no descansemos lo suficiente durante las horas de sueño o incluso que reduzcamos las horas al acostarnos más tarde, apurando esas horas de sol. Esto puede afectar al estado de ánimo y a la falta de energía que notamos.

Alergias estacionales: Es una época del año en la que las alergias suelen ser más numerosas, debido al aumento de polen en el aire. Las personas que las sufren, con congestión, malestar y picor de ojos afectan que no se descanse bien influyendo en el estado de fatiga.

Cambios en la actividad física: Debido a la llegada del buen tiempo las actividades en el exterior aumentan. Hay muchas personas que debido a ello en esta época del año aumentan su actividad física, lo cuál conlleva una sensación del cansancio hasta que el cuerpo se va habituando a la nueva rutina.

Estrés: La primavera puede ser una época cargada de tareas. Se acerca el final de curso, el cierre de proyectos, la organización y preparación de las vacaciones. Todo ello puede afectar a que nuestros niveles de estrés se eleven.

Además, la “astenia primaveral” puede afectar a la salud mental al interferir con el bienestar general y la capacidad para funcionar en la vida diaria.

¿Qué hacer si sentimos estos síntomas?

Lo primero tomar consciencia de ello. En Mindfulness desarrollamos la conciencia del momento presente para ser capaces de darnos cuenta cuando algo está sucediendo.

Para ello es mantener la atención en los posibles síntomas, como pueden ser:

Físicos:

  • Fatiga persistente o sensación de cansancio, incluso después de un buen descanso.
  • Letargo o falta de energía.
  • Debilidad muscular generalizada o sensación de pesadez en los músculos.
  • Dolores musculares o corporales.
  • Cambios en el apetito, como pérdida de apetito o aumento del apetito.
  • Problemas de sueño, como dificultad para conciliar el sueño o despertarse durante la noche.
  • Síntomas de alergias estacionales, como congestión nasal, estornudos, picazón en los ojos o tos.
  • Cambios en los patrones de actividad física, como disminución del ejercicio debido a la fatiga.

Psicológicos:

  • Dificultad para concentrarse o mantener la atención.
  • Cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, tristeza o ansiedad.
  • Sentimientos de apatía o desinterés en actividades que normalmente se disfrutan.
  • Dificultad para concentrarse o procesar información.
  • Sensación de abrumamiento o incapacidad para manejar el estrés.
  • Aumento de la sensibilidad emocional o cambios en la reactividad emocional.
  • Sentimientos de culpa o autoculpa por no poder cumplir con las responsabilidades habituales.
  • Preocupación excesiva por el futuro o por situaciones que normalmente no causarían ansiedad.
  • Dificultad para regular las emociones, como llanto fácil o cambios bruscos en el estado de ánimo.
  • Disminución de la motivación o la iniciativa para emprender nuevas tareas o proyectos.
  • Pensamientos negativos recurrentes sobre uno mismo, el mundo o el futuro.
Qué es la astenia primaveral y como puede afectarte

Consejos para manejar la astenia primaveral

Intentar mantener la rutina como la teníamos hasta el momento e ir haciendo pequeños cambios hasta adaptarnos a los nuevos horarios y situaciones.

Aprovechar para relacionarnos y compartir con otras personas como nos sentimos nos ayudará a normalizar nuestra situación.

La práctica de Mindfulness nos ayuda a tomar conciencia y darnos cuenta en los primeros síntomas.

La práctica de la autocompasión para escucharnos y aprender a darnos lo que necesitemos en cada momento.

Cuida un poco más la higiene del sueño durante esta época.

Mi recomendación final

Aprovecha para salir a la naturaleza, compartir con otras personas y meditar.

Haz retiros de meditación dónde puedes aunar todos estos componentes además de más beneficios añadidos. La primavera es una de las mejores épocas para disfrutar de los retiros, especialmente sin incluyen senderismo o prácticas en la naturaleza.

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Patricia de la Fuente

Psicóloga General Sanitaria, Máster en Mindfulness y Trained Teacher en MSC (Mindfulness Self-Compassion).
Ayudo a las personas a trabajar dificultades relacionadas con la angustia, ansiedad y estrés para que se adentren en la mayor aventura que existe que es conocerse desde el interior, para desde ahí sacar lo mejor de sí mismos. Anímate a comenzar este viaje, me encantará acompañarte.

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